martes, 18 de octubre de 2011

BERGMAN VOGLER

Como me reservo comentarios, y como también me gusta mucho ver cosas donde puede o no haberlas, esta vez me dedico a una observación en unas cuantas películas de Ingmar Bergman. 
Bergman se me apareció por primera vez en una tienda de discos. El séptimo sello era la película más barata que encontré y que llamara mi atención, así que me la llevé a mi casa. Terminé viéndola en una cita romántica con el que por entonces era mi novio. Y como no pareció gustarle  me sentí muy incómoda, comimos pizza y terminamos. No por eso, pero así fue. Las películas de Bergman, hasta hoy, tienen la capacidad de trastornarme en algún sentido. Quizá también esa sea la razón de que unos días después comprara una segunda película: Fresas Salvajes.


Hace unos meses me hice de El mago, también conocida como El rostro, nunca antes la había visto. Hubo en ella un personaje que despertó mi curiosidad:



Su nombre es Dr. Emmanuel Vogler. Es el mago hipnótico de donde procede también el nombre de toda la compañía -casi teatral- que lo acompaña. Pero no me adentraré en él, en su psicología y su hacer. No ahora. Y es que lo que en realidad vino a mi memoria en ese momento fue Elisabeth:




Elisabeth Vogler, una actriz que ha perdido la capacidad del habla durante una de sus presentaciones. Este personaje proviene de Persona, una de mis películas favoritas de Bergman. Una de mis películas favoritas de toda mi vida. Pero ahí no termina la historia de los Vogler. En La hora del lobo hace su intervención:




Se trata de Veronika Vogler, la mujer con quien Johan describe en sus diarios haber sostenido una obsesiva relación por cinco años. “Johan” también es recurrente en las películas, “Isak”, “Eva”, “Anna”, “Henrik”, son tan equivalentes como los actores, los temas y los recursos  que distinguen el cine de este director. Pero fue “vogler” quien me dio la pista de la cual aún no me aventuro a concluir algo. Sólo sé que literalmente, el significado del apellido es bird hunter, es decir, cazador de aves.


Hasta el día de hoy, después de más de seis años de conocerlo, no he visto toda la filmografía de Bergman. Probablemente ahí se escondan otros elementos que aún no he descubierto y de los cuales no quiero leer antes. Como sea, he de pensar mucho y ver de nuevo las películas. Tal vez algún día haga un tratado sobre los nombres. O alguna cosa así que en realidad no importa mucho. Estaré informando.